27 de diciembre de 2007

Entregarse...


Entregarse...
ceder parte de nuestro espacio a otra persona...
desnudarse en el mas amplio sentido de la palabra,
quitarse las corazas,
las armaduras,
el temor a ser dañado...
Simplemente mostrarse sin tapujos,
sin temores ni pudores...
Proceso especialmente difícil para algunos,
habilidad natural de otros...
...Afortunados?
quienes...
...los que se resisten a ceder parte de sí a otra persona evitando así sufrimientos innecesarios?
o los que se entregan dispuestos a vivir el momento haciendo que éste haga que todo posible sufrimiento posterior valga la pena?
Entregarse en una opción,
y por ende ambos caminos son validos si sabes defenderlos;
es más,
ninguno pasaría a ser ni mejor ni peor que el otro,
pues el entregarse, al ser una opción,
permite que ambos sean simple y llanamente validos...
Existen algunos que se pasan toda la vida sin saber lo que entregarse, y se llenan la boca con frases aparentemente sacadas de libros, y paradógicamente reprochan tu temor a hacerlo, sin saber que ellos jamás han sabido realmente lo que es la entrega...
Existen otros que lo hicieron una vez, y que lamentablemente por azares del destino salieron desafortunados en su intento, y optaron por permanecer sumidos en su infortunio el resto de la vida por temor a sufrir otra vez, sin percatarse que su vida entera es un constante sufrimiento....
Existen otros que se entregan sin problema... que necesitan entregarse de una u otra forma para sentirse aceptados, queridos o necesitados... y realmente prefieren no pensar en un posible sufrimiento, pues la necesidad de sentirse acompañado es más fuerte... No importa cuantas veces se equivoquen, caigan o sufran, siempre habrá nueva entrega, siempre habrá una nueva forma de entregarse.... siempre habrá una nueva oportunidad...
Aveces nos sorprende que en muchas situaciones nos permitamos renunciar a la entrega... y nótese ese RENUNCIAR a la entrega... Y es que habemos algunos que no tenemos ese instinto ni esa habilidad natural para entregarnos a otra persona. Y desconfiamos, como se supone creemos debe desconfiar cualquier persona de un extraño... y tememos mostrarnos en nuestra más amplia vulnerabilidad, pues eso nos quita la habilidad de reacción, nos volvemos suaves, blandos... nos exponemos... y es esa exposición a lo que venga, lo que frena finalmente nuestra entrega...
Y es que es natural sentir temor a mostrarse vulnerable ante otra persona?
Se supone que si... o no?
Yo creo que si, más que mal, te estas mostrando tal cual eres,
estas ahí,
con todos tus defectos y habilidades,
con todas tus virtudes y torpezas...
con todo lo que eres y lo que no,
con todo lo que te gustaría ser y lo que finalmente logras...
Yo creo que el temor más que a la entrega propiamente tal, es al sufrimiento que te puede provocar ese estado de vulnerabilidad que acompaña a esa entrega...
Por otro lado, debemos considerar el factor el tiempo.
Y es que entregarse amerita tiempo!
amerita sentarte a hablar contigo mismo
y decidir entregarte...
entregarse amerita prepararte también para vivir con todo lo que conlleva entregarse...
Y es que entregarse no es solo entregarse...
Hay un mundo detrás de esa palabra, que muchos tememos y a su vez anhelamos descubrir...
Aveces nos preocupamos tanto de cuidar nuestras corazas que no somos capaces de percibir como nos vamos entregado... y nos damos cuenta cuando de pronto nos encontramos mal, y no hay otra persona que te de más calma que aquella, y cuando la ves, no hacen falta palabras o expresiones... y es que no son necesarias ni las palabras ni las expresiones, porque una vez que te entregas, las almas se conectan y cuando estas mal, antes de decirlo la otra alma ya lo sabe...
Entregarse ciertamente es complicado...
y es que el hacerlo requiere de tiempo, sacrificio,
decisión y valentía...
Entregarse no es solo entregarse...
Y si no eres capaz de determinar los limites desde un comienzo,
puedes llegar a aprender del modo mas duro que hay que sopesar muy bien lo que entregas...
...una vez que nos hemos entregado, ya no hay paso atrás...
El dilema esta en las dos alternativas que planteé en un comienzo...
Qué vale más la pena?
Aferrarse a nuestras armaduras evitando a como de lugar sufrimientos innecesarios?
o entregarse, sin temores ni cuestionamientos, aun sabiendo que con ésto nos arriesgamos a caer y sufrir quizás más de lo que deberíamos?
Aveces nos pasamos la vida viviendo de lo que esperamos de ella, porque claro, ya es una costumbre esperar cosas de la vida....
Esperamos resultados de un proyecto,
esperamos calificaciones al final del semestre,
esperamos que en primavera nos llegue un nuevo amor,
esperamos que el nuevo año sea mejor que el anterior,
esperamos reacciones de la gente ante nuestras reacciones,
etc...
Esperamos cosas, todo el tiempo, toda la vida...
Y deberíamos de pronto, preguntarnos por que lo hacemos,
considerando que gran parte del tiempo esperamos cosas que nunca ocurren,
y nos desilucionamos, y sufrimos, y nos volvemos a levantar,
fuertes,
decididos,
dispuestos a esperar cosas nuevamente...
Nos aferramos a eso porque es lo esperado lo que nos mantiene firmes, erguidos, inmóviles; sin embargo, quizás, deberíamos darle una oportunidad a lo inesperado...
Lo esperado es solo comienzo...
lo inesperado es lo que termina cambiando nuestras vidas...
Lo que comúnmente esperamos de entregarnos es sufrimiento y vulnerabilidad,
de ahí el temor a hacerlo,
sin embargo,
que pasa con lo inesperado?
Que pasa con el lado inesperado de "entregarse"...?
Dicen, los que lo han experimentado que es lo que hace que todo valga la pena...
Quizas valga la pena tambien el aventurarse a comprobar si tienen o no la razón...
Simplemente Noa...






27 de diciembre de 2007

Entregarse...


Entregarse...
ceder parte de nuestro espacio a otra persona...
desnudarse en el mas amplio sentido de la palabra,
quitarse las corazas,
las armaduras,
el temor a ser dañado...
Simplemente mostrarse sin tapujos,
sin temores ni pudores...
Proceso especialmente difícil para algunos,
habilidad natural de otros...
...Afortunados?
quienes...
...los que se resisten a ceder parte de sí a otra persona evitando así sufrimientos innecesarios?
o los que se entregan dispuestos a vivir el momento haciendo que éste haga que todo posible sufrimiento posterior valga la pena?
Entregarse en una opción,
y por ende ambos caminos son validos si sabes defenderlos;
es más,
ninguno pasaría a ser ni mejor ni peor que el otro,
pues el entregarse, al ser una opción,
permite que ambos sean simple y llanamente validos...
Existen algunos que se pasan toda la vida sin saber lo que entregarse, y se llenan la boca con frases aparentemente sacadas de libros, y paradógicamente reprochan tu temor a hacerlo, sin saber que ellos jamás han sabido realmente lo que es la entrega...
Existen otros que lo hicieron una vez, y que lamentablemente por azares del destino salieron desafortunados en su intento, y optaron por permanecer sumidos en su infortunio el resto de la vida por temor a sufrir otra vez, sin percatarse que su vida entera es un constante sufrimiento....
Existen otros que se entregan sin problema... que necesitan entregarse de una u otra forma para sentirse aceptados, queridos o necesitados... y realmente prefieren no pensar en un posible sufrimiento, pues la necesidad de sentirse acompañado es más fuerte... No importa cuantas veces se equivoquen, caigan o sufran, siempre habrá nueva entrega, siempre habrá una nueva forma de entregarse.... siempre habrá una nueva oportunidad...
Aveces nos sorprende que en muchas situaciones nos permitamos renunciar a la entrega... y nótese ese RENUNCIAR a la entrega... Y es que habemos algunos que no tenemos ese instinto ni esa habilidad natural para entregarnos a otra persona. Y desconfiamos, como se supone creemos debe desconfiar cualquier persona de un extraño... y tememos mostrarnos en nuestra más amplia vulnerabilidad, pues eso nos quita la habilidad de reacción, nos volvemos suaves, blandos... nos exponemos... y es esa exposición a lo que venga, lo que frena finalmente nuestra entrega...
Y es que es natural sentir temor a mostrarse vulnerable ante otra persona?
Se supone que si... o no?
Yo creo que si, más que mal, te estas mostrando tal cual eres,
estas ahí,
con todos tus defectos y habilidades,
con todas tus virtudes y torpezas...
con todo lo que eres y lo que no,
con todo lo que te gustaría ser y lo que finalmente logras...
Yo creo que el temor más que a la entrega propiamente tal, es al sufrimiento que te puede provocar ese estado de vulnerabilidad que acompaña a esa entrega...
Por otro lado, debemos considerar el factor el tiempo.
Y es que entregarse amerita tiempo!
amerita sentarte a hablar contigo mismo
y decidir entregarte...
entregarse amerita prepararte también para vivir con todo lo que conlleva entregarse...
Y es que entregarse no es solo entregarse...
Hay un mundo detrás de esa palabra, que muchos tememos y a su vez anhelamos descubrir...
Aveces nos preocupamos tanto de cuidar nuestras corazas que no somos capaces de percibir como nos vamos entregado... y nos damos cuenta cuando de pronto nos encontramos mal, y no hay otra persona que te de más calma que aquella, y cuando la ves, no hacen falta palabras o expresiones... y es que no son necesarias ni las palabras ni las expresiones, porque una vez que te entregas, las almas se conectan y cuando estas mal, antes de decirlo la otra alma ya lo sabe...
Entregarse ciertamente es complicado...
y es que el hacerlo requiere de tiempo, sacrificio,
decisión y valentía...
Entregarse no es solo entregarse...
Y si no eres capaz de determinar los limites desde un comienzo,
puedes llegar a aprender del modo mas duro que hay que sopesar muy bien lo que entregas...
...una vez que nos hemos entregado, ya no hay paso atrás...
El dilema esta en las dos alternativas que planteé en un comienzo...
Qué vale más la pena?
Aferrarse a nuestras armaduras evitando a como de lugar sufrimientos innecesarios?
o entregarse, sin temores ni cuestionamientos, aun sabiendo que con ésto nos arriesgamos a caer y sufrir quizás más de lo que deberíamos?
Aveces nos pasamos la vida viviendo de lo que esperamos de ella, porque claro, ya es una costumbre esperar cosas de la vida....
Esperamos resultados de un proyecto,
esperamos calificaciones al final del semestre,
esperamos que en primavera nos llegue un nuevo amor,
esperamos que el nuevo año sea mejor que el anterior,
esperamos reacciones de la gente ante nuestras reacciones,
etc...
Esperamos cosas, todo el tiempo, toda la vida...
Y deberíamos de pronto, preguntarnos por que lo hacemos,
considerando que gran parte del tiempo esperamos cosas que nunca ocurren,
y nos desilucionamos, y sufrimos, y nos volvemos a levantar,
fuertes,
decididos,
dispuestos a esperar cosas nuevamente...
Nos aferramos a eso porque es lo esperado lo que nos mantiene firmes, erguidos, inmóviles; sin embargo, quizás, deberíamos darle una oportunidad a lo inesperado...
Lo esperado es solo comienzo...
lo inesperado es lo que termina cambiando nuestras vidas...
Lo que comúnmente esperamos de entregarnos es sufrimiento y vulnerabilidad,
de ahí el temor a hacerlo,
sin embargo,
que pasa con lo inesperado?
Que pasa con el lado inesperado de "entregarse"...?
Dicen, los que lo han experimentado que es lo que hace que todo valga la pena...
Quizas valga la pena tambien el aventurarse a comprobar si tienen o no la razón...
Simplemente Noa...