27 de diciembre de 2007

Entregarse...


Entregarse...
ceder parte de nuestro espacio a otra persona...
desnudarse en el mas amplio sentido de la palabra,
quitarse las corazas,
las armaduras,
el temor a ser dañado...
Simplemente mostrarse sin tapujos,
sin temores ni pudores...
Proceso especialmente difícil para algunos,
habilidad natural de otros...
...Afortunados?
quienes...
...los que se resisten a ceder parte de sí a otra persona evitando así sufrimientos innecesarios?
o los que se entregan dispuestos a vivir el momento haciendo que éste haga que todo posible sufrimiento posterior valga la pena?
Entregarse en una opción,
y por ende ambos caminos son validos si sabes defenderlos;
es más,
ninguno pasaría a ser ni mejor ni peor que el otro,
pues el entregarse, al ser una opción,
permite que ambos sean simple y llanamente validos...
Existen algunos que se pasan toda la vida sin saber lo que entregarse, y se llenan la boca con frases aparentemente sacadas de libros, y paradógicamente reprochan tu temor a hacerlo, sin saber que ellos jamás han sabido realmente lo que es la entrega...
Existen otros que lo hicieron una vez, y que lamentablemente por azares del destino salieron desafortunados en su intento, y optaron por permanecer sumidos en su infortunio el resto de la vida por temor a sufrir otra vez, sin percatarse que su vida entera es un constante sufrimiento....
Existen otros que se entregan sin problema... que necesitan entregarse de una u otra forma para sentirse aceptados, queridos o necesitados... y realmente prefieren no pensar en un posible sufrimiento, pues la necesidad de sentirse acompañado es más fuerte... No importa cuantas veces se equivoquen, caigan o sufran, siempre habrá nueva entrega, siempre habrá una nueva forma de entregarse.... siempre habrá una nueva oportunidad...
Aveces nos sorprende que en muchas situaciones nos permitamos renunciar a la entrega... y nótese ese RENUNCIAR a la entrega... Y es que habemos algunos que no tenemos ese instinto ni esa habilidad natural para entregarnos a otra persona. Y desconfiamos, como se supone creemos debe desconfiar cualquier persona de un extraño... y tememos mostrarnos en nuestra más amplia vulnerabilidad, pues eso nos quita la habilidad de reacción, nos volvemos suaves, blandos... nos exponemos... y es esa exposición a lo que venga, lo que frena finalmente nuestra entrega...
Y es que es natural sentir temor a mostrarse vulnerable ante otra persona?
Se supone que si... o no?
Yo creo que si, más que mal, te estas mostrando tal cual eres,
estas ahí,
con todos tus defectos y habilidades,
con todas tus virtudes y torpezas...
con todo lo que eres y lo que no,
con todo lo que te gustaría ser y lo que finalmente logras...
Yo creo que el temor más que a la entrega propiamente tal, es al sufrimiento que te puede provocar ese estado de vulnerabilidad que acompaña a esa entrega...
Por otro lado, debemos considerar el factor el tiempo.
Y es que entregarse amerita tiempo!
amerita sentarte a hablar contigo mismo
y decidir entregarte...
entregarse amerita prepararte también para vivir con todo lo que conlleva entregarse...
Y es que entregarse no es solo entregarse...
Hay un mundo detrás de esa palabra, que muchos tememos y a su vez anhelamos descubrir...
Aveces nos preocupamos tanto de cuidar nuestras corazas que no somos capaces de percibir como nos vamos entregado... y nos damos cuenta cuando de pronto nos encontramos mal, y no hay otra persona que te de más calma que aquella, y cuando la ves, no hacen falta palabras o expresiones... y es que no son necesarias ni las palabras ni las expresiones, porque una vez que te entregas, las almas se conectan y cuando estas mal, antes de decirlo la otra alma ya lo sabe...
Entregarse ciertamente es complicado...
y es que el hacerlo requiere de tiempo, sacrificio,
decisión y valentía...
Entregarse no es solo entregarse...
Y si no eres capaz de determinar los limites desde un comienzo,
puedes llegar a aprender del modo mas duro que hay que sopesar muy bien lo que entregas...
...una vez que nos hemos entregado, ya no hay paso atrás...
El dilema esta en las dos alternativas que planteé en un comienzo...
Qué vale más la pena?
Aferrarse a nuestras armaduras evitando a como de lugar sufrimientos innecesarios?
o entregarse, sin temores ni cuestionamientos, aun sabiendo que con ésto nos arriesgamos a caer y sufrir quizás más de lo que deberíamos?
Aveces nos pasamos la vida viviendo de lo que esperamos de ella, porque claro, ya es una costumbre esperar cosas de la vida....
Esperamos resultados de un proyecto,
esperamos calificaciones al final del semestre,
esperamos que en primavera nos llegue un nuevo amor,
esperamos que el nuevo año sea mejor que el anterior,
esperamos reacciones de la gente ante nuestras reacciones,
etc...
Esperamos cosas, todo el tiempo, toda la vida...
Y deberíamos de pronto, preguntarnos por que lo hacemos,
considerando que gran parte del tiempo esperamos cosas que nunca ocurren,
y nos desilucionamos, y sufrimos, y nos volvemos a levantar,
fuertes,
decididos,
dispuestos a esperar cosas nuevamente...
Nos aferramos a eso porque es lo esperado lo que nos mantiene firmes, erguidos, inmóviles; sin embargo, quizás, deberíamos darle una oportunidad a lo inesperado...
Lo esperado es solo comienzo...
lo inesperado es lo que termina cambiando nuestras vidas...
Lo que comúnmente esperamos de entregarnos es sufrimiento y vulnerabilidad,
de ahí el temor a hacerlo,
sin embargo,
que pasa con lo inesperado?
Que pasa con el lado inesperado de "entregarse"...?
Dicen, los que lo han experimentado que es lo que hace que todo valga la pena...
Quizas valga la pena tambien el aventurarse a comprobar si tienen o no la razón...
Simplemente Noa...






10 de noviembre de 2007

En busca de la felicidad...


...y me fui de viaje, y viví
y fui feliz
porque corrimos y saltamos sin temor a parecer absurdos
y caminamos muchas veces por orillas de mares lejanos
cargados de misticismo e historias hundidas en lo más profundo de sus suelos oscuros,
y sentimos la arena bajo nuestros pies, como si cada grano se opusiera a que emprendiéramos el paso...
Vi...y aprendí también a observar,
a distinguir, percatar, rescatar...
Nos perdimos en atardeceres llenos de magia,
en cielos rojizos,
en soles escondidos tras horizontes lejanos,
en nubes que cambiaban de color como queriendo escapar de aquellas miradas que buscaban reconocerlas...
Vibramos con la noche...
y fuimos tan felices cuando vencimos el miedo y nos aventuramos a disfrutar de esa increíblemente encandilante oscuridad!
Las estrellas lejanas parecían brillar con más luz que nunca cuando la vida dejaba libre nuestro andar,
y es que era como si gozaran iluminando el camino de almas, que al igual que las nuestras, vagaban perdidas en la oscuridad de la noche...
Era mágico...
tan mágico como el efecto que provocaba esa luna que despiadadamente se mostraba con su majestuosidad ante la sigilosa e imperturbable oscuridad que nos rodeaba...
y es que llegaba a doler el pecho cuando ozabas a mirarla de frente...
no habían palabras, ni pensamientos...apenas suspiros y expresiones difíciles de concebir en circunstancias diferentes a esa...
Tomados de la mano, sentimos como el sufrimiento y la injusticia arrazaba con la inocencia de almas y corazones indefensos e incapaces de comprender la realidad que injustamente los rodeaba...
Se nos apretaba el corazón cuando veíamos sus ojos y nuestros bolsillos sin contenido alguno...
y es que nuestros bolsos cargaban reservas para alimentar el cuerpo pero no esperanzas para alimentar corazones...
Muchas veces nos sentimos vacíos...
Cargamos municiones para un ejercito entero,
y olvidamos en el hotel las sonrisas y las alegrías,
sobre la mesa dejamos el brillo de los ojos y por ello, nos empapamos de miradas opacas y profundas...
Por momentos nos sentimos miserables entre tanta miseria, y deseamos correr, gritar y olvidar cada rostro, cada mirada, cada mano extendida en busca de bondad... deseamos cambiar el mundo una y mil veces, y una y mil veces la vida bajo nuestros brazos...
Caminamos...
Nos alejamos de aquel paisaje tan despiadadamente desgarrador...
Nuestra alma estaba dividida... costaba avanzar sin voltear una vez más para intentar hacer algo...
Continuamos nuestro viaje... el equipaje pesaba, y decidimos abandonarlo porque advertimos que el peso nos impedía disfrutar de lo que la vida ofrecía ante nuestros ojos...
Dejamos todo al lado del camino y después de unos cuantos pasos, comprendimos que no era el equipaje el que opacaba la percepción que teníamos del paisaje, sino más bien, nuestros corazones cargados de recuerdos y experiencias...
Decidimos librarnos también de eso pues comprendimos
que los dolores vividos no nos hacían más precavidos
sino mas bien amargos y temerosos,
y que las experiencias pasadas que creímos nos hacían valerosos
resultaron muchas veces hacernos arrogantes y desconfiados...
Abandonamos nuestros dogmas y estructuras
y nos sentimos livianos
y perdimos el miedo al ridículo
y nos empapamos de deseos de vivir...
Disfrutamos y aprendimos
y llegamos por fin renovados...
Empezamos de cero,
y si bien es cierto ya no corríamos como antes
ni salíamos a empaparnos de la magia de la noche, eramos felices...

Ha pasado mucho tiempo desde entonces,
y pese a eso, cada vez que evoco esos lugares, esos momentos,
se me eriza la piel,
mis ojos adquieren ese brillo ausente la mayor parte del tiempo, un escalofrío recorre mi espalda
y se me aprieta el corazón como si los recuerdos lograran hacerme vivir nuevamente todo lo vivido...
Y es hermoso, pero a su vez, inmensamente frustrante,
pues me doy cuenta que que ya no soy tan feliz como entonces,
que la vida y sus trivialidades despoja de nosotros
la capacidad de empaparnos de detalles,
que necesito evocar esas imagenes para sentirme vivo,
y que muchas veces no tengo mas que las ganas de hacerlo todo diferente....
Y es que es como si necesitara portar un atardecer en el bolsillo de la chaqueta,
una luna brillante dentro de la billetera,
el brillo de unos ojos sinceros en el maletín,
y la brisa de la noche en el bolsillo trasero del pantalón para sentirme seguro.
....Incluso feliz.
Aveces el tiempo se vuelve una excusa conveniente para evadir el trabajo de despojarnos de nosotros mismos, pues es más fácil cargar con lo que tenemos, que empezar de cero; y es que es cierto,
resulta mas fácil cargar nuestras experiencias, que aventurarnos a vivir una nueva cada día.
Y no niego que esa realidad me asusta...
Asusta porque sientes que de pronto te acostumbras a vivir de tus recuerdos
al punto de que se torna tan difícil e inalcanzable crear una historia tanto o mejor que la anterior, que prefieres no arriesgarte,
y resulta que en ese no arriesgarte se te va la vida sin vivir
Y es cierto,
suena ilógico pensar que dejas de vivir por ser feliz con tus recuerdos,
sin embargo, la frase deja de serlo cuando te haces adicto a ellos
y esperas cada día ese instante de paz para hacerlo,
pues en el fondo, con eso,
te vuelves inerte a la virtud que existe y terminas centrándote tanto en tu mundo
que pierdes la capacidad de ser feliz con las cosas simples que te rodean...
Hoy debo reconocer que no soy tan feliz como entonces...
Y me cuesta hacerme a la idea de volver a serlo sin tener lo que tuve!
Me cuesta luchar contra ello después de haber vivido de ello tanto tiempo,
sin embargo,
hace muy poco descubrí y acepté que es muy difícil que vuelva algún día a vivir una experiencia como aquella,
y el hacerlo, abrió en mi la posibilidad de aceptar lo que tengo como un tesoro fortuito,
pues si bien es cierto ya no tengo ni los paisajes ni las personas que en algún momento tuve,
tengo mis ojos, mis manos y mis piernas para salir en busca de nuevos horizontes,
y no tan solo a eso; el tener conciencia de ello,
me hace sentir deseos de descubrir en ellos tantas o mas cosas que las descubrí entonces, y es precisamente eso lo que me hace hoy,
si bien es cierto una persona no mas feliz,
alguien mucho mas alerta y mas sensible a los detalles que a diario la vida nos regala,
y ciertamente,
lo que puedes llegar a encontrar en esa búsqueda,
si te puede llenar de momentos rebosantes de la mas plena felicidad...

...Simplemente Noa

4 de noviembre de 2007

Gracias, presidente Bush.


"Gracias, presidente Bush

Escribí la carta que viene más abajo el 9 de marzo de 2003, diez días antes de la invasión de Irak. Es el texto de mi autoría que más se ha leído hasta hoy: publicado en los periódicos más importantes del planeta, y transmitido en cadenas a través de internet, llegó a ser leído por cerca de quinientos millones de personas.
La guerra acaba de sobrepasar los cinco años de duración: más de 4.000 soldados americanos han perdido la vida, junto a un número indeterminado de iraquíes. Según la CNN (24/03/2008), “se estima que el número de muertes del lado iraquí oscila entre 80.000 y varios cientos de miles, a los que hay que añadir como víctimas a dos millones de personas que se vieron obligadas a abandonar el país, y a otros dos millones y medio que se encuentran en campos de refugiados, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas”.
Gran parte de las personas que citaba ya salieron de escena, pero la guerra continúa. No existe, por el momento, ninguna luz al final del túnel. Copio a continuación algunos trechos:

Gracias, gran líder George W. Bush.

Gracias por mostrar a todo el mundo el peligro que Saddam Hussein representa. Era posible que muchos de nosotros hubiésemos olvidado que empleó armas químicas contra su propio pueblo, contra los kurdos, y contra los iraníes. Hussein es un dictador sanguinario, una de las más claras manifestaciones del mal en nuestros días.
Sin embargo, esa no es la única razón por la que le estoy dando las gracias. Durante los dos primeros meses de 2003, usted logró mostrar muchas cosas importantes al mundo. Por eso, recordando un poema que aprendí en mi infancia, quiero decirle: gracias.

Gracias por revelar al mundo el gigantesco abismo que media entre las decisiones de los gobernantes y los deseos del pueblo. Por dejar claro que tanto José María Aznar como Tony Blair no dan ninguna importancia y no les guardan el más mínimo respeto a los votos que recibieron. Aznar consigue ignorar que el 90% de los españoles se opone a esta guerra, y Blair no le da importancia a la mayor manifestación pública que ha habido en Inglaterra en los últimos treinta años.

Gracias, porque su perseverancia forzó a Blair a presentarse ante el Parlamento con un dossier falsificado, escrito por un estudiante hace diez años, y a mostrarlo como “pruebas contundentes obtenidas por los servicios secretos británicos”.

Gracias porque, como consecuencia de sus esfuerzos por impulsar la guerra, por primera vez las naciones árabes, generalmente divididas, fueron unánimes condenando una invasión, durante el encuentro de El Cairo.

Gracias porque, debido a su retórica afirmando que “la ONU tiene una oportunidad de mostrar su relevancia”, incluso los países más descreídos acabaron adoptando una posición contraria al ataque.

Gracias por intentar dividir a una Europa que lucha por su unificación; eso servirá como una alerta que no será ignorada.

Gracias por haber logrado lo que pocos han conseguido en este siglo: unir a millones de personas, en todos los continentes, luchando por la misma idea, aunque esa idea sea la opuesta a la que usted sostiene.

Gracias porque, sin usted, no habríamos conocido nuestra capacidad de movilización. Tal vez no nos sirva para nada en el presente, pero nos será útil más adelante. Ahora que los tambores de guerra parecen sonar de manera irreversible, quiero hacer mías las palabras que un antiguo rey europeo dirigió a un invasor: “Que tu mañana sea hermosa, y que el sol brille en las armaduras de tus soldados, porque esta misma tarde yo te derrotaré”.

Por lo tanto, aproveche su mañana y lo que ésta aún puede traerle de gloria.

Gracias por no escucharnos ni tomarnos en serio. Pero ha de saber que nosotros sí lo escuchamos y no olvidaremos sus palabras.

Gracias, gran líder George W. Bush.

Muchas gracias."


Edición nº 169 : Gracias, presidente Bush
Guerrero de la Luz
Paulo Coelho

27 de agosto de 2007

...desde este lado...



"...Después de haber ganado muchos concursos de arco y flecha, el joven campeón de la ciudad fue a buscar al maestro zen.
- Soy el mejor de todos – dijo. – No aprendí religión, no busqué ayuda de los monjes y conseguí llegar a ser considerado el mejor arquero de toda la región. He sabido que durante una época, usted también fue considerado el mejor arquero de la región, y le pregunto: ¿había necesidad de hacerse monje para aprender a tirar?
- No – respondió el maestro zen.
Pero el campeón no se dio por satisfecho: sacó una flecha, la colocó en su arco, disparó, y atravesó una cereza que se encontraba muy distante. Sonrió, como quien dice “podía haber ahorrado su tiempo, dedicándose solamente a la técnica”, y dijo:
- Dudo que pueda usted hacer lo mismo
Sin demostrar la menor preocupación, el maestro entró, cogió su arco y comenzó a caminar en dirección a una montaña próxima. En el camino existía un abismo que sólo podía ser cruzado por un viejo puente de cuerda en proceso de podredumbre, a punto de romperse. Con toda la calma, el maestro zen llegó hasta la mitad del puente, sacó su arco, colocó la flecha, apuntó a un árbol al otro lado del despeñadero y acertó el blanco.
- Ahora es tu turno – dijo gentilmente al joven, mientras regresaba a terreno seguro.
Aterrorizado, mirando el abismo a sus pies, el arquero fue hasta el lugar indicado y disparó, pero su flecha aterrizó muy distante del blanco.
- Para eso me sirvieron la disciplina y la práctica de la meditación – concluyó el maestro, cuando el joven volvió a su lado. – Tú puedes tener mucha habilidad con el instrumento que elegiste para ganarte la vida, pero todo esto es inútil si no consigues dominar la mente que utiliza este instrumento..."

15 de junio de 2007

Yo escribo...


Yo escribo...
escribo porque me gusta escribir...
Escribo porque escribir es liberarse,
escribo porque me atraen las palabras,
escribo porque esas palabras conforman historias
y porque esas historias son llaves capaces de abrir corazones,
levantar esperanzas y reinventar sueños...
Escribo,
escribo porque la vida es linda,
porque la vida es triste,
porque en un minuto podemos vivir una vida entera
y porque la memoria es frágil...
Escribo....
quizás no correctamente,
quizás con faltas de ortografía,
quizás con errores de redacción y sintaxis,
quizás sin saber lo que realmente escribo...
Escribo...
y escribo porque la vida te da conceptos,
porque las historias transmiten emociones,
porque somos un caudal de emociones
y porque todos necesitamos liberarnos...
Escribo porque escribir te mueve,
porque la vida te da hilos conductores que sirven de guías
a la hora de enlazar las palabras...
...escribo historias,
historias simples,
mis historias,
quizás la del desconocido de enfrente,
quizás la del chofer que hoy tuvo un mal día,
quizás la de la chica que dejo a su novio por por amor, o desamor...
Escribo tonterías,
escribo pensamientos,...
escribo vivencias...
escribo experiencia...
...escribo vida...
...escribo lo que viví y olvidé...
escribo lo que no viví y siempre quise hacer...
Escribo...
y escribo porque la vida es rica en situaciones de las cuales sacar algo para escribir...
escribo porque me gusta escribir...
escribo porque escribiendo el corazón se abre y enriquece...
escribo quizás sin tener una idea clara de lo que voy a escribir,
y aun así, escribo...
Escribí poesía sin saber como se escribe poesía,
escribí historias sin conocer una norma de redacción,
escribí crónicas sin saber lo que es una crónica,
y escribí muchas cosas sin tener una clara intensión...
Escribo...
y escribo por la pasión de escribir,
escribo sin pensar si se o no hacerlo,
escribo con faltas de ortografía y errores gramaticales,
escribo con rimas asonantes y musicales,
escribo con magia, con tristeza, con alegría y temor...
escribo para mi, para el de al lado,
para el que está lejos
y también para el que no...
escribo porque sí...
escribo porque no estoy obligada a tener una razón por la cual escribir...
escribo porque puedo hacerlo siempre y cuando el corazón lo mande
escribo porque en definitiva, me guste no,
la vida en sí, me obliga a escribir...
...Simplemente Noa

23 de febrero de 2007

Cada cual a su manera...


...¿Por qué son tan difíciles?-. Preguntó cierta noche al Inglés. Notó también que el Inglés andaba malhumorado por la falta de sus libros.
-Para que sólo los que tienen la responsabilidad de entender los entiendan- respondió-. Imagina qué pasaría si todo el mundo se pusiera a transformar el plomo en oro. En oco tiempo el oro no tendría ningún valor.
"Sólo los persistentes, sólo aquellos que investigan mucho son los que consiguen la Gran Obra. Por eso estoy en medio de este desierto. Para encontrar un verdadero Alquimista que me ayude a descifrar los códigos.
-¿Cuándo fueron escritos esos libros? -preguntó el chico.
-Muchos siglos atrás. Deberías valorarlos, y valorar también el mensaje que ellos contienen.
-Pero cómo puedo valorar algo que no entiendo.... éste lenguaje tan lleno de simbolos es muy extraño.
El Ingles no respondió nada. Desde hacía varios días estaba poniendo atención a la caravana, tal como se lo había indicado el muchacho, y aun no conseguía descubrir nada nuevo, salvo el hecho de que los comentarios sobre la guerra aumentaban cada vez más.
Un buen día el muchacho le devolvió los libros al Inglés.
-Entonces aprendiste mucho!- dijo el otro lleno de espectación. Estaba necesitando alguien con quien conversar, para olvidar el miedo a la guerra.
-Aprendí que el mundo tiene un Alma y que quien entienda esa Alma entenderá el lenguaje de las cosas. Aprendí que muchos Alquimistas vivieron su leyenda personal y termiaron descubriendo el Alma del mundo, la Piedra Filosofal y el Elixir.
Pero sobre todo, aprendí que eas cosas son tan simples que pueden ser escritas sobre una esmeralda-.
El Ingles quedó decepcionado. Los años de estudio, los libros mágicos,las palabras difíciles, los aparatos de laboratorio! ....nada de eso había impresionado al muchacho. " Debe tener un alma demaiado primitiva como para comprender este tipo de cosas..." se dijo interiormente.
Ofuscado cogió sus libros y los guardo en los sacos que colgaban del camello.
-Vuelve a tu caravana- dijo. Ella tampoco me ha enseñado gran cosa.
El muchacho volvió a contemplar el silencio del desierto y la arena levantada por los animales.
"Cada uno tiene su manera de aprender. El aprende de sus libros y yo de la caravana. La manera de él no es la mía y la mía no es la de él". Si embargo sé, que ambos estamos en busca de nuestra Leyenda Personal, y yo lo respeto por eso, aun cuando los caminos y la forma para llegar a ella, sean total y absolutamenete diferentes...

[Adaptación fragmento El Alquimista, Paulo Coelho]

Simplemente Noa



Palabras de un camellero...


...Terminé haciendo amistad con el camellero que viajaba siempre a mi lado. De noche, cuando parabamos a descansar alrededor de las hogueras, acostumbrabamos a contar historias; yo, de mis vivencias como pastor, y él, de su oficio de camellero.
Un día, comenzó a hablarme de su vida.

-Yo vivía en un lugar cercano al Cairo- me dijo-. Tenía mi huerto, mis hijos y una vida que no iba a cambiar hasta el momento de mi muerte. Un año, la cosecha fue mayor, y fuimos todos hasta la Meca; yo cumplí con la unica obligación que me faltaba por cumplir en la vida. Por fin podía morir en paz... y me agradaba esa idea...
Cierto día la tierra la tierra comenzó a temblar y el Nilo se desbordó. Lo que yo pensaba que sólo ocurría a otros, ahora lo estaba viviendo en carne propia.
Mis vecinos tuvieron miedo de perder sus olivos con las inundaciones; mi mujer, que nuestros hijos fuesen llevados por las aguas, y yo tuve terror de ver destruído todo lo que había conquistado...
No hubo solución.
La tierra quedo inutilizable y tuve que buscar otro medio de subsistencia.
Hoy soy camellero, y gracias a lo que viví, entendí la palabra de Alá.
Nadie siente miedo de lo desconocido, porque cualquier persona es capaz de conquistar todo lo que quiere y necesita; sólo sentimos miedo de perder quello que tenemos, sean nuestras vidas o nuestras plantaciones; sin embargo, el miedo pasa....y pasa cuando entendemos que nuestra historia y la historia del mundo fueron escritas por la misma Mano. Todo se conecta, hasta por el más ínfimo detalle, nada es arbitrario, nada es azar...

[Adaptacion fragmento de El Alquimista, Paulo Coelho]

Simplemente Noa

20 de febrero de 2007

El Secreto de la felicidad


"...Un día, cierto mercader envió a su hijo para aprender el Secreto de la felicidad con el más sabio de todos los hombres. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto hasta llegar a un hermoso castillo en lo alto de la montaña. Allí era donde vivía el sabio que él buscaba. Sin embargo, al llegar, en vez de encontrar a un hombre santo, el joven encontró una sala con una actividad que lo dejo perplejo; mercaderes entraban y salían a ada momento, personas conversaban en todos los rincones, una pequeña orquesta tocaba melodías suaves y en un extremo, había una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región.
El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas hasta que le llegara el momento de ser atendido. Cuando llego su turno, el sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la felicidad. Le sugirió sí, que mientras el atendía los asuntos que lo mantenían ocupado, diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde.
-Pero quiero pedirte un favor- completó el sabio entregandole una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite-. Mientras estés caminando, llévate esta cucharita cuidando que el aceite no se derrame.
El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio, mnteniendo siempre la vista fija en la cuchara y sus dos gotitas de aceite.
Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio.
- ¿Qué tal?- preguntó el sabio-. ¿Qué te parecieron los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste los jardines que el Maestro de los Jardines tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos presentes en mi biblioteca?-.
El joven avergonzado reconoció que no había visto nada. Su unica preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había encargado.
-Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo- dijo el Sabio-. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa...
Ya más tranquilo, el joven cogió nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez, mirando con atención todas as obras de arte que adornaban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra estaba colocada en su lugar.
De regreso a la presencia del Sabio, emocionado, le relato detalladamente todo lo que había visto.
- ¿Péro dónde están las dos gotas de aceite que te confié?- preguntó el Sabio.
El joven miró la cuchara y nuevamente avergonzado por no haber cumplido con la tarea que le había sido confiada, advirtió que las gotas de aceite se habían deramado.
- Pues éste es el único consejo que tengo para darte- le dijo el más Sabio de lo Sabios-. El Secreto de la felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo sin olvidar nunca las dos gotas de aceite presentes en la cuchara..."


26 de enero de 2007

...nuestra primera detención...


...Caminamos, sin parar, durante horas.
Estábamos en medio de un campo inmenso, un campo de trigo plano, desierto y monótono que abaracaba todo lo que nuestros ojos nos permitían ver... El único detalle que rompía el tedio que nos había abrumado las últimas cuatro horas de viaje, era la cruz que marcaba el camino que debíamos seguir.
Nuestro paso se mantuvo firme hasta que llegamos a nuestro destino. Issamu dejó su mochila en el suelo y se arrodilló. Yo ,como en un estado cataleptico, no se si por el cansancio o la situación, hice lo mismo.

- Vamos a rezar. Vamos a rezar por la única cosa que derrota a un peregrino cuando ha cumplido su destino. Vamos a rezar para que en caso de que tu consigas encontrar tu espada, la sostengas siempre con la mano que no te colma de aprovio, pues por más que un peregrino aprenda con grandes maestros cómo manejar el acero, una de sus manos será siempre su peor enemigo -.
Eran las dos de la tarde, hacía un calor capaz de tumbar hasta a la más fiera de la bestias, y nosotros estábamos ahí, en medio de la nada, orando por nosotros, por nuestra incertidumbre, por nuestros temores; por nuestro destino...

- " ...Tened piedad de nosotros señor,
cualquiera sea tu forma y verdad,
pues somos caminantes y osados peregrinos.
Haced en vuestra infinita piedad que jamás consigamos
volver el conocimiento que nos ha brindado la experiencia,
contra nosotros mismos.
Tened piedad de los que tienen piedad de sí mismos
y se creen buenos y desfavorecidos por la justicia de la vida,
porque creen
que no son merecedores de las cosas que les sucedieron
y porque la vida les parece un constante sacrificio.
Tened piedad de los que son crueles consigo mismos,
pues sólo ven la maldad en los propios actos
y se consideran culpables por las injusticias de la vida.
Tened piedad de los que santifican tu obra
trascendiendo los límites de su propia cordura.
Tened piedad del hombre capaz de vencer al mundo en una guerra
e incapaz de vencer una batalla consigo mismo.
Tened piedad de los que temen tomar en sus manos, un pincel,
una pluma, un instrumento o una herramienta
porque creen que alguien ya lo hizo antes y mejor que ellos.
Tened piedad de aquellos que comen, beben, se hartan,
y aun así, son infelices en su hartazgo.
Sin embargo, tened más piedad aún,
de aquellos que ayunan, censuran, prohiben
y se sienten santos,
por sacrificarse en tu nombre,
pues amor no es y sera nunca sinónimo de sacrificio.
Tened piedad de los que temen a la muerte
pues desconocen los muchos reinos que caminaron
y las muchas muertes que ya murieron,
porque son infelices pensando que un día todo acabará;
pero apiadate aun más de aquellos
que si conocen sus muchas muertes
y hoy se sienten inmortales y superiores.
Tened piedad de aquellos
que se esclavizan por el lazo del amor
y se creen dueños de alguien
y sienten celos
y se matan con el veneno de la inseguridad y la obsesión,
porque aquellos, no logran ver
que el amor cambia como el viento
y como todas las cosas en este universo.
Pero con más fervor,
apiadate de aquellos que sienten pánico de amar,
y rechazan el amor, en nombre de un amor mayor que no conocen.
Tened piedad de aquellos que no ven a nadie salvo ellos mismos
y se pasan la vida en la soledad que da el poder;
sin embargo tened más piedad aún
con aquel que renuncia a todo por ser caritativo
y se convence a si mismo que podrá vender el mal tan solo con amor,
pues no conocen tu ley que dice :
" quien no tiene una espada, que venda su capa y se compre una..."
Tened piedad de nosotros que entregamos nuestra vida a nuestro destino,
pues muchas veces nos desconocemos a nosotros mismos,
y pensamos que estamos vestidos,
cuando en realidad estamos desnudos.
No olvidéis en tu infinita piedad,
que todos los que empuñamos la espada
corremos el riego de caer en el abismo de nuestros vicios o nuestros temores -.

De pronto, el silencio inundo todo lo que hasta entonces habían sido las sabias palabras de mi mentor. Sabíamos que el haber llegado hasta ese punto era tan solo el comienzo de nuestra travesía, sin embargo, nos sentíamos tranquilos, pues sabíamos que ése, era un eslabón más de esa cadena que veníamos forjando desde el inicio de nuestros días.
Teníamos la certeza de que el destino había unido nuestros caminos en torno a esta nueva misión y respirando hondo, con nuestros corazones tranquilos después de haber orado y entregado nuestra travesía a nuestro destino, decidimos continuar nuestra marcha, pronto anochecería y ya nos habían advertido de los peligros a los que nos expondríamos si la noche nos sorprendía en medio de esas planicies que todo lo exponían ante la vista aparentemente tranquila del horizonte y los ancestros que al igual que nosotros habían osado a cruzar ese, hasta entonces, para mis ojos, desconocido camino...
...Simplemente Noa...

27 de diciembre de 2007

Entregarse...


Entregarse...
ceder parte de nuestro espacio a otra persona...
desnudarse en el mas amplio sentido de la palabra,
quitarse las corazas,
las armaduras,
el temor a ser dañado...
Simplemente mostrarse sin tapujos,
sin temores ni pudores...
Proceso especialmente difícil para algunos,
habilidad natural de otros...
...Afortunados?
quienes...
...los que se resisten a ceder parte de sí a otra persona evitando así sufrimientos innecesarios?
o los que se entregan dispuestos a vivir el momento haciendo que éste haga que todo posible sufrimiento posterior valga la pena?
Entregarse en una opción,
y por ende ambos caminos son validos si sabes defenderlos;
es más,
ninguno pasaría a ser ni mejor ni peor que el otro,
pues el entregarse, al ser una opción,
permite que ambos sean simple y llanamente validos...
Existen algunos que se pasan toda la vida sin saber lo que entregarse, y se llenan la boca con frases aparentemente sacadas de libros, y paradógicamente reprochan tu temor a hacerlo, sin saber que ellos jamás han sabido realmente lo que es la entrega...
Existen otros que lo hicieron una vez, y que lamentablemente por azares del destino salieron desafortunados en su intento, y optaron por permanecer sumidos en su infortunio el resto de la vida por temor a sufrir otra vez, sin percatarse que su vida entera es un constante sufrimiento....
Existen otros que se entregan sin problema... que necesitan entregarse de una u otra forma para sentirse aceptados, queridos o necesitados... y realmente prefieren no pensar en un posible sufrimiento, pues la necesidad de sentirse acompañado es más fuerte... No importa cuantas veces se equivoquen, caigan o sufran, siempre habrá nueva entrega, siempre habrá una nueva forma de entregarse.... siempre habrá una nueva oportunidad...
Aveces nos sorprende que en muchas situaciones nos permitamos renunciar a la entrega... y nótese ese RENUNCIAR a la entrega... Y es que habemos algunos que no tenemos ese instinto ni esa habilidad natural para entregarnos a otra persona. Y desconfiamos, como se supone creemos debe desconfiar cualquier persona de un extraño... y tememos mostrarnos en nuestra más amplia vulnerabilidad, pues eso nos quita la habilidad de reacción, nos volvemos suaves, blandos... nos exponemos... y es esa exposición a lo que venga, lo que frena finalmente nuestra entrega...
Y es que es natural sentir temor a mostrarse vulnerable ante otra persona?
Se supone que si... o no?
Yo creo que si, más que mal, te estas mostrando tal cual eres,
estas ahí,
con todos tus defectos y habilidades,
con todas tus virtudes y torpezas...
con todo lo que eres y lo que no,
con todo lo que te gustaría ser y lo que finalmente logras...
Yo creo que el temor más que a la entrega propiamente tal, es al sufrimiento que te puede provocar ese estado de vulnerabilidad que acompaña a esa entrega...
Por otro lado, debemos considerar el factor el tiempo.
Y es que entregarse amerita tiempo!
amerita sentarte a hablar contigo mismo
y decidir entregarte...
entregarse amerita prepararte también para vivir con todo lo que conlleva entregarse...
Y es que entregarse no es solo entregarse...
Hay un mundo detrás de esa palabra, que muchos tememos y a su vez anhelamos descubrir...
Aveces nos preocupamos tanto de cuidar nuestras corazas que no somos capaces de percibir como nos vamos entregado... y nos damos cuenta cuando de pronto nos encontramos mal, y no hay otra persona que te de más calma que aquella, y cuando la ves, no hacen falta palabras o expresiones... y es que no son necesarias ni las palabras ni las expresiones, porque una vez que te entregas, las almas se conectan y cuando estas mal, antes de decirlo la otra alma ya lo sabe...
Entregarse ciertamente es complicado...
y es que el hacerlo requiere de tiempo, sacrificio,
decisión y valentía...
Entregarse no es solo entregarse...
Y si no eres capaz de determinar los limites desde un comienzo,
puedes llegar a aprender del modo mas duro que hay que sopesar muy bien lo que entregas...
...una vez que nos hemos entregado, ya no hay paso atrás...
El dilema esta en las dos alternativas que planteé en un comienzo...
Qué vale más la pena?
Aferrarse a nuestras armaduras evitando a como de lugar sufrimientos innecesarios?
o entregarse, sin temores ni cuestionamientos, aun sabiendo que con ésto nos arriesgamos a caer y sufrir quizás más de lo que deberíamos?
Aveces nos pasamos la vida viviendo de lo que esperamos de ella, porque claro, ya es una costumbre esperar cosas de la vida....
Esperamos resultados de un proyecto,
esperamos calificaciones al final del semestre,
esperamos que en primavera nos llegue un nuevo amor,
esperamos que el nuevo año sea mejor que el anterior,
esperamos reacciones de la gente ante nuestras reacciones,
etc...
Esperamos cosas, todo el tiempo, toda la vida...
Y deberíamos de pronto, preguntarnos por que lo hacemos,
considerando que gran parte del tiempo esperamos cosas que nunca ocurren,
y nos desilucionamos, y sufrimos, y nos volvemos a levantar,
fuertes,
decididos,
dispuestos a esperar cosas nuevamente...
Nos aferramos a eso porque es lo esperado lo que nos mantiene firmes, erguidos, inmóviles; sin embargo, quizás, deberíamos darle una oportunidad a lo inesperado...
Lo esperado es solo comienzo...
lo inesperado es lo que termina cambiando nuestras vidas...
Lo que comúnmente esperamos de entregarnos es sufrimiento y vulnerabilidad,
de ahí el temor a hacerlo,
sin embargo,
que pasa con lo inesperado?
Que pasa con el lado inesperado de "entregarse"...?
Dicen, los que lo han experimentado que es lo que hace que todo valga la pena...
Quizas valga la pena tambien el aventurarse a comprobar si tienen o no la razón...
Simplemente Noa...






10 de noviembre de 2007

En busca de la felicidad...


...y me fui de viaje, y viví
y fui feliz
porque corrimos y saltamos sin temor a parecer absurdos
y caminamos muchas veces por orillas de mares lejanos
cargados de misticismo e historias hundidas en lo más profundo de sus suelos oscuros,
y sentimos la arena bajo nuestros pies, como si cada grano se opusiera a que emprendiéramos el paso...
Vi...y aprendí también a observar,
a distinguir, percatar, rescatar...
Nos perdimos en atardeceres llenos de magia,
en cielos rojizos,
en soles escondidos tras horizontes lejanos,
en nubes que cambiaban de color como queriendo escapar de aquellas miradas que buscaban reconocerlas...
Vibramos con la noche...
y fuimos tan felices cuando vencimos el miedo y nos aventuramos a disfrutar de esa increíblemente encandilante oscuridad!
Las estrellas lejanas parecían brillar con más luz que nunca cuando la vida dejaba libre nuestro andar,
y es que era como si gozaran iluminando el camino de almas, que al igual que las nuestras, vagaban perdidas en la oscuridad de la noche...
Era mágico...
tan mágico como el efecto que provocaba esa luna que despiadadamente se mostraba con su majestuosidad ante la sigilosa e imperturbable oscuridad que nos rodeaba...
y es que llegaba a doler el pecho cuando ozabas a mirarla de frente...
no habían palabras, ni pensamientos...apenas suspiros y expresiones difíciles de concebir en circunstancias diferentes a esa...
Tomados de la mano, sentimos como el sufrimiento y la injusticia arrazaba con la inocencia de almas y corazones indefensos e incapaces de comprender la realidad que injustamente los rodeaba...
Se nos apretaba el corazón cuando veíamos sus ojos y nuestros bolsillos sin contenido alguno...
y es que nuestros bolsos cargaban reservas para alimentar el cuerpo pero no esperanzas para alimentar corazones...
Muchas veces nos sentimos vacíos...
Cargamos municiones para un ejercito entero,
y olvidamos en el hotel las sonrisas y las alegrías,
sobre la mesa dejamos el brillo de los ojos y por ello, nos empapamos de miradas opacas y profundas...
Por momentos nos sentimos miserables entre tanta miseria, y deseamos correr, gritar y olvidar cada rostro, cada mirada, cada mano extendida en busca de bondad... deseamos cambiar el mundo una y mil veces, y una y mil veces la vida bajo nuestros brazos...
Caminamos...
Nos alejamos de aquel paisaje tan despiadadamente desgarrador...
Nuestra alma estaba dividida... costaba avanzar sin voltear una vez más para intentar hacer algo...
Continuamos nuestro viaje... el equipaje pesaba, y decidimos abandonarlo porque advertimos que el peso nos impedía disfrutar de lo que la vida ofrecía ante nuestros ojos...
Dejamos todo al lado del camino y después de unos cuantos pasos, comprendimos que no era el equipaje el que opacaba la percepción que teníamos del paisaje, sino más bien, nuestros corazones cargados de recuerdos y experiencias...
Decidimos librarnos también de eso pues comprendimos
que los dolores vividos no nos hacían más precavidos
sino mas bien amargos y temerosos,
y que las experiencias pasadas que creímos nos hacían valerosos
resultaron muchas veces hacernos arrogantes y desconfiados...
Abandonamos nuestros dogmas y estructuras
y nos sentimos livianos
y perdimos el miedo al ridículo
y nos empapamos de deseos de vivir...
Disfrutamos y aprendimos
y llegamos por fin renovados...
Empezamos de cero,
y si bien es cierto ya no corríamos como antes
ni salíamos a empaparnos de la magia de la noche, eramos felices...

Ha pasado mucho tiempo desde entonces,
y pese a eso, cada vez que evoco esos lugares, esos momentos,
se me eriza la piel,
mis ojos adquieren ese brillo ausente la mayor parte del tiempo, un escalofrío recorre mi espalda
y se me aprieta el corazón como si los recuerdos lograran hacerme vivir nuevamente todo lo vivido...
Y es hermoso, pero a su vez, inmensamente frustrante,
pues me doy cuenta que que ya no soy tan feliz como entonces,
que la vida y sus trivialidades despoja de nosotros
la capacidad de empaparnos de detalles,
que necesito evocar esas imagenes para sentirme vivo,
y que muchas veces no tengo mas que las ganas de hacerlo todo diferente....
Y es que es como si necesitara portar un atardecer en el bolsillo de la chaqueta,
una luna brillante dentro de la billetera,
el brillo de unos ojos sinceros en el maletín,
y la brisa de la noche en el bolsillo trasero del pantalón para sentirme seguro.
....Incluso feliz.
Aveces el tiempo se vuelve una excusa conveniente para evadir el trabajo de despojarnos de nosotros mismos, pues es más fácil cargar con lo que tenemos, que empezar de cero; y es que es cierto,
resulta mas fácil cargar nuestras experiencias, que aventurarnos a vivir una nueva cada día.
Y no niego que esa realidad me asusta...
Asusta porque sientes que de pronto te acostumbras a vivir de tus recuerdos
al punto de que se torna tan difícil e inalcanzable crear una historia tanto o mejor que la anterior, que prefieres no arriesgarte,
y resulta que en ese no arriesgarte se te va la vida sin vivir
Y es cierto,
suena ilógico pensar que dejas de vivir por ser feliz con tus recuerdos,
sin embargo, la frase deja de serlo cuando te haces adicto a ellos
y esperas cada día ese instante de paz para hacerlo,
pues en el fondo, con eso,
te vuelves inerte a la virtud que existe y terminas centrándote tanto en tu mundo
que pierdes la capacidad de ser feliz con las cosas simples que te rodean...
Hoy debo reconocer que no soy tan feliz como entonces...
Y me cuesta hacerme a la idea de volver a serlo sin tener lo que tuve!
Me cuesta luchar contra ello después de haber vivido de ello tanto tiempo,
sin embargo,
hace muy poco descubrí y acepté que es muy difícil que vuelva algún día a vivir una experiencia como aquella,
y el hacerlo, abrió en mi la posibilidad de aceptar lo que tengo como un tesoro fortuito,
pues si bien es cierto ya no tengo ni los paisajes ni las personas que en algún momento tuve,
tengo mis ojos, mis manos y mis piernas para salir en busca de nuevos horizontes,
y no tan solo a eso; el tener conciencia de ello,
me hace sentir deseos de descubrir en ellos tantas o mas cosas que las descubrí entonces, y es precisamente eso lo que me hace hoy,
si bien es cierto una persona no mas feliz,
alguien mucho mas alerta y mas sensible a los detalles que a diario la vida nos regala,
y ciertamente,
lo que puedes llegar a encontrar en esa búsqueda,
si te puede llenar de momentos rebosantes de la mas plena felicidad...

...Simplemente Noa

4 de noviembre de 2007

Gracias, presidente Bush.


"Gracias, presidente Bush

Escribí la carta que viene más abajo el 9 de marzo de 2003, diez días antes de la invasión de Irak. Es el texto de mi autoría que más se ha leído hasta hoy: publicado en los periódicos más importantes del planeta, y transmitido en cadenas a través de internet, llegó a ser leído por cerca de quinientos millones de personas.
La guerra acaba de sobrepasar los cinco años de duración: más de 4.000 soldados americanos han perdido la vida, junto a un número indeterminado de iraquíes. Según la CNN (24/03/2008), “se estima que el número de muertes del lado iraquí oscila entre 80.000 y varios cientos de miles, a los que hay que añadir como víctimas a dos millones de personas que se vieron obligadas a abandonar el país, y a otros dos millones y medio que se encuentran en campos de refugiados, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas”.
Gran parte de las personas que citaba ya salieron de escena, pero la guerra continúa. No existe, por el momento, ninguna luz al final del túnel. Copio a continuación algunos trechos:

Gracias, gran líder George W. Bush.

Gracias por mostrar a todo el mundo el peligro que Saddam Hussein representa. Era posible que muchos de nosotros hubiésemos olvidado que empleó armas químicas contra su propio pueblo, contra los kurdos, y contra los iraníes. Hussein es un dictador sanguinario, una de las más claras manifestaciones del mal en nuestros días.
Sin embargo, esa no es la única razón por la que le estoy dando las gracias. Durante los dos primeros meses de 2003, usted logró mostrar muchas cosas importantes al mundo. Por eso, recordando un poema que aprendí en mi infancia, quiero decirle: gracias.

Gracias por revelar al mundo el gigantesco abismo que media entre las decisiones de los gobernantes y los deseos del pueblo. Por dejar claro que tanto José María Aznar como Tony Blair no dan ninguna importancia y no les guardan el más mínimo respeto a los votos que recibieron. Aznar consigue ignorar que el 90% de los españoles se opone a esta guerra, y Blair no le da importancia a la mayor manifestación pública que ha habido en Inglaterra en los últimos treinta años.

Gracias, porque su perseverancia forzó a Blair a presentarse ante el Parlamento con un dossier falsificado, escrito por un estudiante hace diez años, y a mostrarlo como “pruebas contundentes obtenidas por los servicios secretos británicos”.

Gracias porque, como consecuencia de sus esfuerzos por impulsar la guerra, por primera vez las naciones árabes, generalmente divididas, fueron unánimes condenando una invasión, durante el encuentro de El Cairo.

Gracias porque, debido a su retórica afirmando que “la ONU tiene una oportunidad de mostrar su relevancia”, incluso los países más descreídos acabaron adoptando una posición contraria al ataque.

Gracias por intentar dividir a una Europa que lucha por su unificación; eso servirá como una alerta que no será ignorada.

Gracias por haber logrado lo que pocos han conseguido en este siglo: unir a millones de personas, en todos los continentes, luchando por la misma idea, aunque esa idea sea la opuesta a la que usted sostiene.

Gracias porque, sin usted, no habríamos conocido nuestra capacidad de movilización. Tal vez no nos sirva para nada en el presente, pero nos será útil más adelante. Ahora que los tambores de guerra parecen sonar de manera irreversible, quiero hacer mías las palabras que un antiguo rey europeo dirigió a un invasor: “Que tu mañana sea hermosa, y que el sol brille en las armaduras de tus soldados, porque esta misma tarde yo te derrotaré”.

Por lo tanto, aproveche su mañana y lo que ésta aún puede traerle de gloria.

Gracias por no escucharnos ni tomarnos en serio. Pero ha de saber que nosotros sí lo escuchamos y no olvidaremos sus palabras.

Gracias, gran líder George W. Bush.

Muchas gracias."


Edición nº 169 : Gracias, presidente Bush
Guerrero de la Luz
Paulo Coelho

27 de agosto de 2007

...desde este lado...



"...Después de haber ganado muchos concursos de arco y flecha, el joven campeón de la ciudad fue a buscar al maestro zen.
- Soy el mejor de todos – dijo. – No aprendí religión, no busqué ayuda de los monjes y conseguí llegar a ser considerado el mejor arquero de toda la región. He sabido que durante una época, usted también fue considerado el mejor arquero de la región, y le pregunto: ¿había necesidad de hacerse monje para aprender a tirar?
- No – respondió el maestro zen.
Pero el campeón no se dio por satisfecho: sacó una flecha, la colocó en su arco, disparó, y atravesó una cereza que se encontraba muy distante. Sonrió, como quien dice “podía haber ahorrado su tiempo, dedicándose solamente a la técnica”, y dijo:
- Dudo que pueda usted hacer lo mismo
Sin demostrar la menor preocupación, el maestro entró, cogió su arco y comenzó a caminar en dirección a una montaña próxima. En el camino existía un abismo que sólo podía ser cruzado por un viejo puente de cuerda en proceso de podredumbre, a punto de romperse. Con toda la calma, el maestro zen llegó hasta la mitad del puente, sacó su arco, colocó la flecha, apuntó a un árbol al otro lado del despeñadero y acertó el blanco.
- Ahora es tu turno – dijo gentilmente al joven, mientras regresaba a terreno seguro.
Aterrorizado, mirando el abismo a sus pies, el arquero fue hasta el lugar indicado y disparó, pero su flecha aterrizó muy distante del blanco.
- Para eso me sirvieron la disciplina y la práctica de la meditación – concluyó el maestro, cuando el joven volvió a su lado. – Tú puedes tener mucha habilidad con el instrumento que elegiste para ganarte la vida, pero todo esto es inútil si no consigues dominar la mente que utiliza este instrumento..."

15 de junio de 2007

Yo escribo...


Yo escribo...
escribo porque me gusta escribir...
Escribo porque escribir es liberarse,
escribo porque me atraen las palabras,
escribo porque esas palabras conforman historias
y porque esas historias son llaves capaces de abrir corazones,
levantar esperanzas y reinventar sueños...
Escribo,
escribo porque la vida es linda,
porque la vida es triste,
porque en un minuto podemos vivir una vida entera
y porque la memoria es frágil...
Escribo....
quizás no correctamente,
quizás con faltas de ortografía,
quizás con errores de redacción y sintaxis,
quizás sin saber lo que realmente escribo...
Escribo...
y escribo porque la vida te da conceptos,
porque las historias transmiten emociones,
porque somos un caudal de emociones
y porque todos necesitamos liberarnos...
Escribo porque escribir te mueve,
porque la vida te da hilos conductores que sirven de guías
a la hora de enlazar las palabras...
...escribo historias,
historias simples,
mis historias,
quizás la del desconocido de enfrente,
quizás la del chofer que hoy tuvo un mal día,
quizás la de la chica que dejo a su novio por por amor, o desamor...
Escribo tonterías,
escribo pensamientos,...
escribo vivencias...
escribo experiencia...
...escribo vida...
...escribo lo que viví y olvidé...
escribo lo que no viví y siempre quise hacer...
Escribo...
y escribo porque la vida es rica en situaciones de las cuales sacar algo para escribir...
escribo porque me gusta escribir...
escribo porque escribiendo el corazón se abre y enriquece...
escribo quizás sin tener una idea clara de lo que voy a escribir,
y aun así, escribo...
Escribí poesía sin saber como se escribe poesía,
escribí historias sin conocer una norma de redacción,
escribí crónicas sin saber lo que es una crónica,
y escribí muchas cosas sin tener una clara intensión...
Escribo...
y escribo por la pasión de escribir,
escribo sin pensar si se o no hacerlo,
escribo con faltas de ortografía y errores gramaticales,
escribo con rimas asonantes y musicales,
escribo con magia, con tristeza, con alegría y temor...
escribo para mi, para el de al lado,
para el que está lejos
y también para el que no...
escribo porque sí...
escribo porque no estoy obligada a tener una razón por la cual escribir...
escribo porque puedo hacerlo siempre y cuando el corazón lo mande
escribo porque en definitiva, me guste no,
la vida en sí, me obliga a escribir...
...Simplemente Noa

23 de febrero de 2007

Cada cual a su manera...


...¿Por qué son tan difíciles?-. Preguntó cierta noche al Inglés. Notó también que el Inglés andaba malhumorado por la falta de sus libros.
-Para que sólo los que tienen la responsabilidad de entender los entiendan- respondió-. Imagina qué pasaría si todo el mundo se pusiera a transformar el plomo en oro. En oco tiempo el oro no tendría ningún valor.
"Sólo los persistentes, sólo aquellos que investigan mucho son los que consiguen la Gran Obra. Por eso estoy en medio de este desierto. Para encontrar un verdadero Alquimista que me ayude a descifrar los códigos.
-¿Cuándo fueron escritos esos libros? -preguntó el chico.
-Muchos siglos atrás. Deberías valorarlos, y valorar también el mensaje que ellos contienen.
-Pero cómo puedo valorar algo que no entiendo.... éste lenguaje tan lleno de simbolos es muy extraño.
El Ingles no respondió nada. Desde hacía varios días estaba poniendo atención a la caravana, tal como se lo había indicado el muchacho, y aun no conseguía descubrir nada nuevo, salvo el hecho de que los comentarios sobre la guerra aumentaban cada vez más.
Un buen día el muchacho le devolvió los libros al Inglés.
-Entonces aprendiste mucho!- dijo el otro lleno de espectación. Estaba necesitando alguien con quien conversar, para olvidar el miedo a la guerra.
-Aprendí que el mundo tiene un Alma y que quien entienda esa Alma entenderá el lenguaje de las cosas. Aprendí que muchos Alquimistas vivieron su leyenda personal y termiaron descubriendo el Alma del mundo, la Piedra Filosofal y el Elixir.
Pero sobre todo, aprendí que eas cosas son tan simples que pueden ser escritas sobre una esmeralda-.
El Ingles quedó decepcionado. Los años de estudio, los libros mágicos,las palabras difíciles, los aparatos de laboratorio! ....nada de eso había impresionado al muchacho. " Debe tener un alma demaiado primitiva como para comprender este tipo de cosas..." se dijo interiormente.
Ofuscado cogió sus libros y los guardo en los sacos que colgaban del camello.
-Vuelve a tu caravana- dijo. Ella tampoco me ha enseñado gran cosa.
El muchacho volvió a contemplar el silencio del desierto y la arena levantada por los animales.
"Cada uno tiene su manera de aprender. El aprende de sus libros y yo de la caravana. La manera de él no es la mía y la mía no es la de él". Si embargo sé, que ambos estamos en busca de nuestra Leyenda Personal, y yo lo respeto por eso, aun cuando los caminos y la forma para llegar a ella, sean total y absolutamenete diferentes...

[Adaptación fragmento El Alquimista, Paulo Coelho]

Simplemente Noa



Palabras de un camellero...


...Terminé haciendo amistad con el camellero que viajaba siempre a mi lado. De noche, cuando parabamos a descansar alrededor de las hogueras, acostumbrabamos a contar historias; yo, de mis vivencias como pastor, y él, de su oficio de camellero.
Un día, comenzó a hablarme de su vida.

-Yo vivía en un lugar cercano al Cairo- me dijo-. Tenía mi huerto, mis hijos y una vida que no iba a cambiar hasta el momento de mi muerte. Un año, la cosecha fue mayor, y fuimos todos hasta la Meca; yo cumplí con la unica obligación que me faltaba por cumplir en la vida. Por fin podía morir en paz... y me agradaba esa idea...
Cierto día la tierra la tierra comenzó a temblar y el Nilo se desbordó. Lo que yo pensaba que sólo ocurría a otros, ahora lo estaba viviendo en carne propia.
Mis vecinos tuvieron miedo de perder sus olivos con las inundaciones; mi mujer, que nuestros hijos fuesen llevados por las aguas, y yo tuve terror de ver destruído todo lo que había conquistado...
No hubo solución.
La tierra quedo inutilizable y tuve que buscar otro medio de subsistencia.
Hoy soy camellero, y gracias a lo que viví, entendí la palabra de Alá.
Nadie siente miedo de lo desconocido, porque cualquier persona es capaz de conquistar todo lo que quiere y necesita; sólo sentimos miedo de perder quello que tenemos, sean nuestras vidas o nuestras plantaciones; sin embargo, el miedo pasa....y pasa cuando entendemos que nuestra historia y la historia del mundo fueron escritas por la misma Mano. Todo se conecta, hasta por el más ínfimo detalle, nada es arbitrario, nada es azar...

[Adaptacion fragmento de El Alquimista, Paulo Coelho]

Simplemente Noa

20 de febrero de 2007

El Secreto de la felicidad


"...Un día, cierto mercader envió a su hijo para aprender el Secreto de la felicidad con el más sabio de todos los hombres. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto hasta llegar a un hermoso castillo en lo alto de la montaña. Allí era donde vivía el sabio que él buscaba. Sin embargo, al llegar, en vez de encontrar a un hombre santo, el joven encontró una sala con una actividad que lo dejo perplejo; mercaderes entraban y salían a ada momento, personas conversaban en todos los rincones, una pequeña orquesta tocaba melodías suaves y en un extremo, había una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región.
El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas hasta que le llegara el momento de ser atendido. Cuando llego su turno, el sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la felicidad. Le sugirió sí, que mientras el atendía los asuntos que lo mantenían ocupado, diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde.
-Pero quiero pedirte un favor- completó el sabio entregandole una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite-. Mientras estés caminando, llévate esta cucharita cuidando que el aceite no se derrame.
El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio, mnteniendo siempre la vista fija en la cuchara y sus dos gotitas de aceite.
Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio.
- ¿Qué tal?- preguntó el sabio-. ¿Qué te parecieron los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste los jardines que el Maestro de los Jardines tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos presentes en mi biblioteca?-.
El joven avergonzado reconoció que no había visto nada. Su unica preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había encargado.
-Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo- dijo el Sabio-. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa...
Ya más tranquilo, el joven cogió nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez, mirando con atención todas as obras de arte que adornaban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra estaba colocada en su lugar.
De regreso a la presencia del Sabio, emocionado, le relato detalladamente todo lo que había visto.
- ¿Péro dónde están las dos gotas de aceite que te confié?- preguntó el Sabio.
El joven miró la cuchara y nuevamente avergonzado por no haber cumplido con la tarea que le había sido confiada, advirtió que las gotas de aceite se habían deramado.
- Pues éste es el único consejo que tengo para darte- le dijo el más Sabio de lo Sabios-. El Secreto de la felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo sin olvidar nunca las dos gotas de aceite presentes en la cuchara..."


26 de enero de 2007

...nuestra primera detención...


...Caminamos, sin parar, durante horas.
Estábamos en medio de un campo inmenso, un campo de trigo plano, desierto y monótono que abaracaba todo lo que nuestros ojos nos permitían ver... El único detalle que rompía el tedio que nos había abrumado las últimas cuatro horas de viaje, era la cruz que marcaba el camino que debíamos seguir.
Nuestro paso se mantuvo firme hasta que llegamos a nuestro destino. Issamu dejó su mochila en el suelo y se arrodilló. Yo ,como en un estado cataleptico, no se si por el cansancio o la situación, hice lo mismo.

- Vamos a rezar. Vamos a rezar por la única cosa que derrota a un peregrino cuando ha cumplido su destino. Vamos a rezar para que en caso de que tu consigas encontrar tu espada, la sostengas siempre con la mano que no te colma de aprovio, pues por más que un peregrino aprenda con grandes maestros cómo manejar el acero, una de sus manos será siempre su peor enemigo -.
Eran las dos de la tarde, hacía un calor capaz de tumbar hasta a la más fiera de la bestias, y nosotros estábamos ahí, en medio de la nada, orando por nosotros, por nuestra incertidumbre, por nuestros temores; por nuestro destino...

- " ...Tened piedad de nosotros señor,
cualquiera sea tu forma y verdad,
pues somos caminantes y osados peregrinos.
Haced en vuestra infinita piedad que jamás consigamos
volver el conocimiento que nos ha brindado la experiencia,
contra nosotros mismos.
Tened piedad de los que tienen piedad de sí mismos
y se creen buenos y desfavorecidos por la justicia de la vida,
porque creen
que no son merecedores de las cosas que les sucedieron
y porque la vida les parece un constante sacrificio.
Tened piedad de los que son crueles consigo mismos,
pues sólo ven la maldad en los propios actos
y se consideran culpables por las injusticias de la vida.
Tened piedad de los que santifican tu obra
trascendiendo los límites de su propia cordura.
Tened piedad del hombre capaz de vencer al mundo en una guerra
e incapaz de vencer una batalla consigo mismo.
Tened piedad de los que temen tomar en sus manos, un pincel,
una pluma, un instrumento o una herramienta
porque creen que alguien ya lo hizo antes y mejor que ellos.
Tened piedad de aquellos que comen, beben, se hartan,
y aun así, son infelices en su hartazgo.
Sin embargo, tened más piedad aún,
de aquellos que ayunan, censuran, prohiben
y se sienten santos,
por sacrificarse en tu nombre,
pues amor no es y sera nunca sinónimo de sacrificio.
Tened piedad de los que temen a la muerte
pues desconocen los muchos reinos que caminaron
y las muchas muertes que ya murieron,
porque son infelices pensando que un día todo acabará;
pero apiadate aun más de aquellos
que si conocen sus muchas muertes
y hoy se sienten inmortales y superiores.
Tened piedad de aquellos
que se esclavizan por el lazo del amor
y se creen dueños de alguien
y sienten celos
y se matan con el veneno de la inseguridad y la obsesión,
porque aquellos, no logran ver
que el amor cambia como el viento
y como todas las cosas en este universo.
Pero con más fervor,
apiadate de aquellos que sienten pánico de amar,
y rechazan el amor, en nombre de un amor mayor que no conocen.
Tened piedad de aquellos que no ven a nadie salvo ellos mismos
y se pasan la vida en la soledad que da el poder;
sin embargo tened más piedad aún
con aquel que renuncia a todo por ser caritativo
y se convence a si mismo que podrá vender el mal tan solo con amor,
pues no conocen tu ley que dice :
" quien no tiene una espada, que venda su capa y se compre una..."
Tened piedad de nosotros que entregamos nuestra vida a nuestro destino,
pues muchas veces nos desconocemos a nosotros mismos,
y pensamos que estamos vestidos,
cuando en realidad estamos desnudos.
No olvidéis en tu infinita piedad,
que todos los que empuñamos la espada
corremos el riego de caer en el abismo de nuestros vicios o nuestros temores -.

De pronto, el silencio inundo todo lo que hasta entonces habían sido las sabias palabras de mi mentor. Sabíamos que el haber llegado hasta ese punto era tan solo el comienzo de nuestra travesía, sin embargo, nos sentíamos tranquilos, pues sabíamos que ése, era un eslabón más de esa cadena que veníamos forjando desde el inicio de nuestros días.
Teníamos la certeza de que el destino había unido nuestros caminos en torno a esta nueva misión y respirando hondo, con nuestros corazones tranquilos después de haber orado y entregado nuestra travesía a nuestro destino, decidimos continuar nuestra marcha, pronto anochecería y ya nos habían advertido de los peligros a los que nos expondríamos si la noche nos sorprendía en medio de esas planicies que todo lo exponían ante la vista aparentemente tranquila del horizonte y los ancestros que al igual que nosotros habían osado a cruzar ese, hasta entonces, para mis ojos, desconocido camino...
...Simplemente Noa...