8 de febrero de 2006

...Un dia normal...


...Hoy es un dia soleado, por la television anunciaron que la temperatura ascenderia a los 34º C. Decidi salir a dar un paseo, tomoel auto y me dirijo hacia el parque mas cercano, soy una convencida que caminar de vez en cuando te ayuda a despejar la mente y a compartir un poco contigo mismo...estaciono el auto, me bajo, y camino un rato, sin embargo, la intensidad del sol me conduce nuevamente al estacionamiento. Enciendo el motor, emprendo el viaje de regreso a casa y en el camino, decido coger el periodico, le doy un vistazo, y como siempre, nada importante, a excepción de lo que los periodistas han decidido que debemos saber, observar, y por supuesto, la posición que debemos adoptar al respecto. Llego a mi casa, reviso mi correo electrico, leo mis mensajes, la mayoria de ellos, las tipicas cadenas que te envian con amenazas de muerte y desgracias si no las reenvias en un corto periodo de tiempo...el resto, nada de importancia, escucho un poco de musica, ordeno el resto de la semana, ya adelante bastante trabajo la semana pasada, ya concerte todas las reuniones para la semana entrante, ya telefonie a mi madre que me obliga a hablarle todos los dias desde que, como familia, decidieron cambiar de domicilio y yo, comenzar una vida sola, permaneciendo aqui...ya alimente al perro, hice las compras del mes, lei el periodico, revise mi correo...Me siento, observo mi alrededor sin encontrar nada productivo que hacer, se que tengo algunas cosas que hacer mañana, y hay cosas que terminé ayer, pero hoy...hoy no tengo absolutamente nada en lo que concentrar mi atención.
Me asusto: ¿no debería estar haciendo algo?
Bueno, si quisiera buscarme algún trabajito, no me costaría mucho: siempre tenemos proyectos que hay que desarrollar, lámparas que cambiar, hojas secas que barrer, archivos en el computador que hay que organizar, etc...Pero, ¿qué tal si encaramos el vacío total?...
Me doy un baño rapido con agua fria, me pongo ropa ligera y decido salir al jardin de mi casa, me siento en el pasto, bajo el enorme pino que planto mi padre hace quince años atras, y me pongo a hacer mentalmente una lista de todo lo que se me pasa por la cabeza:
a) Soy inútil. Todo el mundo está en este momento ocupado, trabajando duro.
Respuesta: yo también trabajo duro, a veces hasta doce horas al día, en ocasiones adelanto trabajo en casa o me quedo unas horas mas en la oficina. Hoy, por una verdadera casualidad, no tengo nada que hacer.
b) No tengo amigos. Estoy aquí sola, siendo una de las empresarias mas reconocidas en mi rubro, con contactos y amistades en todo el pais, y el teléfono no suena.
Respuesta: claro que tengo amigos. Pero saben respetar mi necesidad de aislamiento cuando decido tomarme el dia libre.
c)Tengo que salir para comprar unos oleos, que ayer descubri, que por descuido, terminaron por secarse.
Respuesta: Sí, acabo de recordar que ayer necesitaba esas pinturas...Ahi esta! ¿Qué tal si tomo el auto y voy a la tienda?...Y en este pensamiento me detengo. ¿Por qué es tan difícil quedarse como estoy ahora, sin hacer nada?
Una serie de pensamientos cruza mi cabeza: amigos que se preocupan de cosas que todavía no han ocurrido, conocidos que son capaces de ocupar cada minuto de sus vidas con tareas que a mí me parecen absurdas, conversaciones sin sentido, largas llamadas telefónicas para no decir nada importante, jefes que se inventan trabajo para justificar sus cargos, funcionarios que tienen miedo porque no se les ha dado nada importante que hacer ese día, lo cual puede querer decir que ya no son necesarios, madres que sufren porque sus hijos han salido, estudiantes que sufren por los estudios, las pruebas, los exámenes...Entablo una larga y dura lucha conmigo misma para no levantarme e ir a la tienda mas cercana a comprar las pinturas que me faltan.
La angustia es inmensa, pero estoy firmemente decidida a quedarme aquí, sin hacer nada, por lo menos durante algunas horas...¡¿Acaso no es posible que pueda mantenerme en casa sin hacer nada al menos durante unas horas?!... Poco a poco, la ansiedad va dando paso a la contemplación, y comienzo a oír a mi alma. Estaba loca por hablar conmigo, pero como yo estoy siempre ocupada con los problemas de la empresa, o con el funcionario que me pide un aumento, o con el operario que tiene a su esposa enferma, o mi madre consultandome cuando pasare por casa entre otras cosas...me habia sido imposible oirla...Cierro mis ojos, decido concentrarme en mi misma, en escucharme, en dejar los ladridos del perro, la angustia, las pinturas, la oficina, mis amigos, mi madre, el calor...Se que tengo que telefonear a mama, revisar mi correo, telefonear a la empresa, comprar las pinturas...y que quizas mañana tenga que ir a la tienda por ellas despues de la oficina...sin embargo me acabo de dar cuenta de algo muy importante....Consegui algo que hace mucho no podia hacer: sentarme en el cesped, bajo el enorme pino dispuesto en mi jardin, que planto mi padre cuando era pequeña, sin preocuparme de lo que me rodea sino de mi misma...No estoy haciendo nada, y sin embargo estoy haciendo algo mas importante que todo lo mensionado anteriormente...estoy haciendo lo más importante en la vida de un ser humano: estoy oyendo lo que necesitaba oír de mí misma...

Simplemente Noa...

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8 de febrero de 2006

...Un dia normal...


...Hoy es un dia soleado, por la television anunciaron que la temperatura ascenderia a los 34º C. Decidi salir a dar un paseo, tomoel auto y me dirijo hacia el parque mas cercano, soy una convencida que caminar de vez en cuando te ayuda a despejar la mente y a compartir un poco contigo mismo...estaciono el auto, me bajo, y camino un rato, sin embargo, la intensidad del sol me conduce nuevamente al estacionamiento. Enciendo el motor, emprendo el viaje de regreso a casa y en el camino, decido coger el periodico, le doy un vistazo, y como siempre, nada importante, a excepción de lo que los periodistas han decidido que debemos saber, observar, y por supuesto, la posición que debemos adoptar al respecto. Llego a mi casa, reviso mi correo electrico, leo mis mensajes, la mayoria de ellos, las tipicas cadenas que te envian con amenazas de muerte y desgracias si no las reenvias en un corto periodo de tiempo...el resto, nada de importancia, escucho un poco de musica, ordeno el resto de la semana, ya adelante bastante trabajo la semana pasada, ya concerte todas las reuniones para la semana entrante, ya telefonie a mi madre que me obliga a hablarle todos los dias desde que, como familia, decidieron cambiar de domicilio y yo, comenzar una vida sola, permaneciendo aqui...ya alimente al perro, hice las compras del mes, lei el periodico, revise mi correo...Me siento, observo mi alrededor sin encontrar nada productivo que hacer, se que tengo algunas cosas que hacer mañana, y hay cosas que terminé ayer, pero hoy...hoy no tengo absolutamente nada en lo que concentrar mi atención.
Me asusto: ¿no debería estar haciendo algo?
Bueno, si quisiera buscarme algún trabajito, no me costaría mucho: siempre tenemos proyectos que hay que desarrollar, lámparas que cambiar, hojas secas que barrer, archivos en el computador que hay que organizar, etc...Pero, ¿qué tal si encaramos el vacío total?...
Me doy un baño rapido con agua fria, me pongo ropa ligera y decido salir al jardin de mi casa, me siento en el pasto, bajo el enorme pino que planto mi padre hace quince años atras, y me pongo a hacer mentalmente una lista de todo lo que se me pasa por la cabeza:
a) Soy inútil. Todo el mundo está en este momento ocupado, trabajando duro.
Respuesta: yo también trabajo duro, a veces hasta doce horas al día, en ocasiones adelanto trabajo en casa o me quedo unas horas mas en la oficina. Hoy, por una verdadera casualidad, no tengo nada que hacer.
b) No tengo amigos. Estoy aquí sola, siendo una de las empresarias mas reconocidas en mi rubro, con contactos y amistades en todo el pais, y el teléfono no suena.
Respuesta: claro que tengo amigos. Pero saben respetar mi necesidad de aislamiento cuando decido tomarme el dia libre.
c)Tengo que salir para comprar unos oleos, que ayer descubri, que por descuido, terminaron por secarse.
Respuesta: Sí, acabo de recordar que ayer necesitaba esas pinturas...Ahi esta! ¿Qué tal si tomo el auto y voy a la tienda?...Y en este pensamiento me detengo. ¿Por qué es tan difícil quedarse como estoy ahora, sin hacer nada?
Una serie de pensamientos cruza mi cabeza: amigos que se preocupan de cosas que todavía no han ocurrido, conocidos que son capaces de ocupar cada minuto de sus vidas con tareas que a mí me parecen absurdas, conversaciones sin sentido, largas llamadas telefónicas para no decir nada importante, jefes que se inventan trabajo para justificar sus cargos, funcionarios que tienen miedo porque no se les ha dado nada importante que hacer ese día, lo cual puede querer decir que ya no son necesarios, madres que sufren porque sus hijos han salido, estudiantes que sufren por los estudios, las pruebas, los exámenes...Entablo una larga y dura lucha conmigo misma para no levantarme e ir a la tienda mas cercana a comprar las pinturas que me faltan.
La angustia es inmensa, pero estoy firmemente decidida a quedarme aquí, sin hacer nada, por lo menos durante algunas horas...¡¿Acaso no es posible que pueda mantenerme en casa sin hacer nada al menos durante unas horas?!... Poco a poco, la ansiedad va dando paso a la contemplación, y comienzo a oír a mi alma. Estaba loca por hablar conmigo, pero como yo estoy siempre ocupada con los problemas de la empresa, o con el funcionario que me pide un aumento, o con el operario que tiene a su esposa enferma, o mi madre consultandome cuando pasare por casa entre otras cosas...me habia sido imposible oirla...Cierro mis ojos, decido concentrarme en mi misma, en escucharme, en dejar los ladridos del perro, la angustia, las pinturas, la oficina, mis amigos, mi madre, el calor...Se que tengo que telefonear a mama, revisar mi correo, telefonear a la empresa, comprar las pinturas...y que quizas mañana tenga que ir a la tienda por ellas despues de la oficina...sin embargo me acabo de dar cuenta de algo muy importante....Consegui algo que hace mucho no podia hacer: sentarme en el cesped, bajo el enorme pino dispuesto en mi jardin, que planto mi padre cuando era pequeña, sin preocuparme de lo que me rodea sino de mi misma...No estoy haciendo nada, y sin embargo estoy haciendo algo mas importante que todo lo mensionado anteriormente...estoy haciendo lo más importante en la vida de un ser humano: estoy oyendo lo que necesitaba oír de mí misma...

Simplemente Noa...

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