...Terminé haciendo amistad con el camellero que viajaba siempre a mi lado. De noche, cuando parabamos a descansar alrededor de las hogueras, acostumbrabamos a contar historias; yo, de mis vivencias como pastor, y él, de su oficio de camellero.
Un día, comenzó a hablarme de su vida.
-Yo vivía en un lugar cercano al Cairo- me dijo-. Tenía mi huerto, mis hijos y una vida que no iba a cambiar hasta el momento de mi muerte. Un año, la cosecha fue mayor, y fuimos todos hasta la Meca; yo cumplí con la unica obligación que me faltaba por cumplir en la vida. Por fin podía morir en paz... y me agradaba esa idea...
Cierto día la tierra la tierra comenzó a temblar y el Nilo se desbordó. Lo que yo pensaba que sólo ocurría a otros, ahora lo estaba viviendo en carne propia.
Mis vecinos tuvieron miedo de perder sus olivos con las inundaciones; mi mujer, que nuestros hijos fuesen llevados por las aguas, y yo tuve terror de ver destruído todo lo que había conquistado...
No hubo solución.
La tierra quedo inutilizable y tuve que buscar otro medio de subsistencia.
Hoy soy camellero, y gracias a lo que viví, entendí la palabra de Alá.
Nadie siente miedo de lo desconocido, porque cualquier persona es capaz de conquistar todo lo que quiere y necesita; sólo sentimos miedo de perder quello que tenemos, sean nuestras vidas o nuestras plantaciones; sin embargo, el miedo pasa....y pasa cuando entendemos que nuestra historia y la historia del mundo fueron escritas por la misma Mano. Todo se conecta, hasta por el más ínfimo detalle, nada es arbitrario, nada es azar...
[Adaptacion fragmento de El Alquimista, Paulo Coelho]
Simplemente Noa
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