Ya te he hablado de mi casa no? de mi casa en un barrio al sur de Santiago de Chile, el país perdido al fin del mundo, el país de la gente amena, herida, cargada de una historia difícil de olvidar, impregnada de tradiciones inconscientes, dispuestos a ayudar el extranjero, pillos, desconfiados aveces, "maleteros" de risa fácil dicen algunos... te he hablado de mi casa en un barrio de gente de clase media, trabajadora... del barrio de las calles estrechas que aun mantienen las huellas de aquellos que lucharon por la libertad que no tenían, de la vecina de la esquina que pasa el día barriendo hojas que ya no vuelan porque saben que son parte de la historia de una mujer que extravió su vida buscando la de otros... ellas lo saben y ya no vuelan...
Te he hablado del parque de atrás? el suelo con tierra, los árboles altos, los grupos de niños haciendo maldades, mi perra odiando como siempre a los gatos de la casa del lado, el negocio de la cuadra, las casas altas y unidas como ejercito esperando la batalla, sus historias, el pasado... Te conté tambien de mi ciudad no? es extraña, la divide un río y algo más, tiene pasajes hermosos, paisajes que te hacen pensar en aquellos que llegaron hace doscientos años buscando algo que no tenían muy claro; tiene rasgos que te evidencian las ganas de parecer desarrollada y plazas con juegos de metal, tierra, perros abandonados a su suerte, esquinas donde se encontraron nuestros padres cuando volvían a casa con los pies llenos de barro y el alma perdiéndose en los regueros de lluvia que corrían entre las casas...
Tambien te he hablado de su lucha ... de los pasajes del centro, las casas de Recoleta con sus puertas abiertas y de la abuela sentada en la calle soñando fortuna para sus hijos, pensando en lo que algún día fue, añorando cosas que cada se dificultan mas para sus manos cansadas, planeando la forma de seguir latente... Aveces me gusta pensar que es mi abuela, aveces siento deseos de cruzar la calle y estrechar su manos, soñar con ella días venideros, impregnarme de una historia rica en sucesos, familia, comidas numerosas, vacaciones en familia... Luego sigo mi marcha.
Hay muchas cosas que me gustaría tener, esa es una.
Te hable de mi familia? Mi familia es pequeña, su historia es borrosa, extraña. Mi madre es una mujer de esfuerzo, su vida fue difícil, creo que hoy ya se reconcilia con ella, mi abuela partió joven, mis tíos se fueron con mi abuelo Beneraldo, el español... te he hablado de él no? Deja que te cuente... Mi abuelo era hombre de carácter fuerte forjado a punta de disparos de guerra, era el de mano dura, el idealista.... Franco estampo con sangre su historia...creo que nunca salio de ahí.... Llego a Chile huyendo, huyendo de una muerte segura... de una muerte de la que se libró unas cuantas veces, su cuerpo lo evidenciaba...
Llego a Chile del brazo de Neruda.
Creo que este país acogedor jamás logró cautivarlo, el país de la nueva vida le ofrecía paz y una esperanza que nunca logro atraer su mente, su espíritu se quedo luchando con Franco, yo creo que en el fondo y pese a todo nunca quiso realmente salir de ahí... Y allí estaban mis tíos, y mi madre por otro lado sola ante un mundo extraño, una vida sin pilares, una historia incierta... la distancia forjo el olvido, mi madre creció fuerte... también nosotros. Beato, el idealista luchador volvió a morir a su querida España, seguro en sus últimos suspiros se fue renegando contra Franco.... siempre fue así... donde sea que esté debe seguir esbozando sus cantos contra el régimen que lo trajo hasta este lugar... Me lo imagino así, dentro de todo era feliz en su mundo, su guerra, sus esperanzas de volver a la España que lo obligo a escoger entre su vida o sus ideales; llego acá esperando el momento de volver y lo hizo. Se debe haber ido feliz... me gusta creer eso.
Y así crecí, mi historia fue menos fuerte que la de mi madre, los tiempos cambiaron, también las oportunidades y las mentalidades.... lamentablemente o afortunadamente (todo depende del punto de vista desde el cual se miren las cosas) también crecí fuerte, dura, sumida en mundo extraño, sentimientos encontrados, padre ausente, madre trabajadora, ideales, historia un tanto perdida (hoy me reencuentro con ella y le doy la mano, siento orgullo, es extraño...). Mi casa fue un hogar, allí aprendí la importancia de la memoria, de los ideales, la necesidad de soñar mundos mejores, la iniciativa de tomar su arma y salir a dar la batalla día a día.
Tuve que volver a mis raíces para entender lo que soy; cuando me enfrente al pasado entendí que la tragedia ajena era la mía, que el pasado viajaba por mis venas, que la poesía estampada en las cartas de mi abuelo era un arma cargada de futuro, de coraje, de utopías y sonsonete español. Que el ser descendiente de inmigrante nos hace tener una carga extra en el equipaje, nos cede un estandarte de vida, nos regala dos patrias, un corazón dividido, un sentimiento de pertenecía un tanto distorsionado... La sangre de mi familia esta perdida en la querída España de mi abuelo y nosotros acá... Ya sabes. Es extraño... hoy me enfrento a aquello y lo disfruto, es una extrañeza agradable.
Y vivo en un Chile que me regala historias de vida y que a ratos, a mi pesar, me obliga a cargar con rencores que no me pertenecen. Mi generación es la de los juegos en la calle, la de los que estamos en el medio de los que vivieron el horror de muerte y los nacieron de la mano con la tecnología... Me enfrento a ratos a pares que se empeñan en actuar como los de entonces.
Se acerca un fecha fuerte, simbólica, mística incluso.
Me encuentro en un Chile que se disfraza de nuevos tiempos y sigue sin poder hablar de ciertos temas. Un Chile que aun censura, que aun no logra cicatrizar las heridas que provocaron años negros, la salida sin regreso de aquellos que se atrevieron a pensar diferente, el quiebre en la mente de quienes lo vivieron creo que jamás se podrá recuperar...
Es difícil intentar entenderlo, aveces basta con aceptarlo. Me gustaría sentir que las cosas cambian, que avanzamos, no le temo a la palabra progreso, no la abandero, ni me abandero. Quiero cosas y me frustro cuando veo que aun entre mis pares hay pensamientos atados a rencores, temores, historias del pasado. Será que mi forma de ser me obliga a limpiar cada cierto tiempo aquello que pesa en mi equipaje, que no puedo evitar ceder en cierta medida y cuando la situación lo amerite, un poco en mis ideales; creo que es necesario aceptar las diferencias para sacar cosas en limpio...
Aun , lamentablemente no es tiempo, la gente no esta preparada (por mucho que así se diga). Por ejemplo, PINOCHET sigue siendo un tabú, un punto de conflicto, de división, de adoración o rencor (depende de lo que se haya pensado en su momento, ya sabes). Creo que para muchos és y será siempre como el Franco de mi abuelo.
Ese es mi Chile, el Chile en el crecí al menos. Mi país querido aun con todo y todos, quizás un poquito más que el otro, el que esta al otro lado del Atlántico, aquel que espera con los Beato, el que regaló ideales a mi abuelo y hoy me devuelve una historia...
Y me gusta... hace poco comencé a descubrir la encrucijada de este país lindo y cada día me reencanto mas con su historia, con su posición neutral, con su NO a la guerra, con sus ganas de ser mas, con sus políticos peleando por niñerías, con sus programas de farándula, con su próximo cumpleaños (erróneo como muchas de las cosas acá), sus paisajes abrumadores y su gente linda.
La historia no ha terminado... mi historia se sigue escribiendo, mi Chile carga con una historia que se niega a dejar de estar viva, de hecho está viva en cada uno de nosotros, en nuestros actos, en nuestra forma de ser...
Mis ideales aun siguen intactos, me niego rotundamente a que los derriben, sigo preguntándome qué mundo estamos construyendo... Me duele ver que disfrazamos en discursos y frases hechas un mundo en el que vivimos cada vez más aislados unos de otros, donde se nos generan necesidades artificiales, se imponen cargas que no siempre estamos dispuestos a aceptar...lamentablemente algunos ceden y creo personalmente que esa carga no esta bien enfocada. Me duele ver que vivimos en un mundo en el que se levantan fronteras insalvables para los seres humanos pero frágiles para el capital especulativo. No quiero para mi un lugar en el que se levanten muros de vergüenza, donde se niegue el diálogo entre los pueblos y se trate de imponer un pensamiento único que uniformice las almas y los discursos. No quiero un mundo donde se criminalice la disidencia, donde se trate de imponer a través de la propaganda más burda y de la manipulación más obscena un consenso incuestionable, donde constantemente se nos diga que las cosas van bien y los que piensan lo contrario oculten sus rostros para manifestar lo contrario (la idea de la persecución política aún no sale de la mente de algunos que ven en sus actos la nueva rebelión... soluciones que nunca llegan y que nunca llegarán exigiéndolas de esa forma, creo yo... nuevamente volvemos al tema de los rencores y la insistencia de permanecer mirando hacia el pasado sin buscar una salida directa con el futuro).
Me duele escuchar que no existen alternativas a este modelo de sociedad y de mercado, a las políticas de cooperación y desarrollo. Me niego al conformismo. Creo que aunque suene utópico el mundo puede ser diferente y me rabia escuchar a aquellos que excusan su historia en una sociedad que según ellos no brinda oportunidades. El mundo creo que esta en las manos de cada uno y las oportunidades no llegan precisamente a la puerta...
En cualquier caso, yo creo que no todo está perdido.
Mientras hayan esbozos de esperanzas y enfoques que busquen efectivamente un mundo mejor creo que puedo darme el regalo de seguir creyendo en lo que creo. Siento que no soy la única en esta búsqueda y me reconforta el saberlo... creo que si alguien lo cree puede respirar hondo... si tu lo creías lo puedes hacer y sentirte reconfortado también... no estás solo (creo que lo he dicho un par de veces).
4 comentarios:
Si... nunca hay que dejar de creer... ;)
Cariños
Me ha conmovido tu historia. Me ha encantado tambien...;-)
Sabes que en mi reciente posteo escribí acerca de "del héroe" interno, ese que nos da la "fuerza, la garra" y luego nos sorprendemos como llegamos a puerto.
Me alegro que tu abuelo haya regresado a su hogar...aun despotricando contra Franco...volvió a sus raíces...como tú a las tuyas y aquí estas..viviendo tu barrio, tu entorno y nuestra historia.
Un abrazo admirándote,
Ali
Hola buenas, notificando cambios:
En forma de web:
http://www.everyoneweb.es/cristalizaciones/
Por cierto, nuevas direcciones
Reyno de hayas: http://cristalizaciones.blogspot.com/
Currando por la Paz: http://migranhobby.blogspot.com/
Una generacion de españoles murio como tu abuelo, luchando contra Franco,incluido los mios.
Saludos.
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